La importancia de los hábitos saludables para la salud mental desde la primera infancia:

Escrito el 12/06/2023
Esther Moral

Los hábitos saludables desde la primera infancia son fundamentales para el desarrollo de una buena salud mental. Los padres pueden fomentar estos hábitos que incluyen una alimentación equilibrada, ejercicio regular, sueño adecuado y un ambiente emocional positivo.

Hábitos alimenticios saludables: Los padres pueden fomentar una dieta equilibrada y rica en nutrientes, limitando el consumo de alimentos procesados y promoviendo el consumo de frutas, verduras y proteínas. La alimentación es esencial para el desarrollo del cerebro y el cuerpo en general. Los niños que consumen una dieta rica en nutrientes tienen una mejor capacidad cognitiva y un menor riesgo de desarrollar problemas de salud mental.

Ejercicio regular: el ejercicio ayuda a mejorar el estado de ánimo y a reducir el estrés. Los niños que se ejercitan regularmente tienen una mayor autoestima y una mejor capacidad para manejar situaciones estresantes. Los padres pueden fomentar el ejercicio regular, ya sea a través de actividades deportivas, paseos en bicicleta o simplemente jugando al aire libre.

Sueño adecuado: El sueño también es fundamental para el desarrollo de una buena salud mental. Los niños que no duermen lo suficiente tienen un mayor riesgo de desarrollar problemas de salud mental, como depresión y ansiedad. Es importante asegurar que los niños tengan un ambiente adecuado para dormir, con una temperatura cómoda y un ambiente tranquilo. Los padres pueden fomentar hábitos de sueño saludables, estableciendo un horario regular de sueño y garantizando que los niños tengan un ambiente adecuado para dormir.

Ambiente emocional positivo: es esencial para el desarrollo de una buena salud mental. Los niños que crecen en un ambiente cariñoso y seguro tienen una mayor autoestima y una mejor capacidad para manejar situaciones estresantes. Es importante fomentar la comunicación abierta y el apoyo emocional en los niños desde una edad temprana. Los padres pueden fomentar la comunicación abierta y la expresión emocional, promoviendo la conversación y la confianza en los niños.

Auto-cuidado y auto-regulación: Los padres pueden enseñar a los niños a cuidarse a sí mismos y a manejar sus emociones de manera saludable, como a través de la meditación, la respiración diafragmática o la relajación muscular progresiva.

En conclusión, fomentar hábitos saludables en la primera infancia y en las etapas siguientes puede tener un gran impacto positivo en el desarrollo general de los niños, tanto físico como cognitivo.

Jan Lao Diaz

Referent de Benestar Emocional