A veces, los abuelos son los principales cuidadores de los niños. Tanto si se cuidan muchas horas al día como esporádicamente, es recomendable explicarles las recomendaciones actuales al respecto.
Existen mitos y hábitos en cuanto a salud de los niños que todavía son muy extendidos y aceptados pero erróneos, y existen costumbres de crianza habituales en los abuelos que no son muy saludables. A continuación enumeramos algunos.
- En diferentes estudios se ha puesto de manifiesto que la alimentación, cuando es compartida por abuelos y niños, es más rica en grasas y azúcar, fomentando el sobrepeso, y pueden utilizar el alimento para controlar su comportamiento (premio) .
- Puede haber mayor permisibilidad en cuanto al uso de pantallas en perjuicio de la actividad física.
- La creencia de que la leche materna no siempre es buena o no alimenta lo suficiente al bebé es resultado de la promoción del biberón que se hacía años atrás.
- Dar para cenar cereales para que duerma más el bebé es una práctica que puede favorecer la obesidad.
- El miedo a la fiebre, que es únicamente un mecanismo de defensa frente a infecciones, la mayoría víricas. Todavía existe la creencia de que debe darse antibiótico sólo porque tiene fiebre o moco purulento. Se debe evitar aplicar hielo o agua fría para bajar la fiebre, porque puede producir temblores y aumentar así la temperatura más aún, así como friegas con alcohol, ya que se podría llegar a intoxicar al niño.
- Poner una cebolla cortada junto a la cama para la tos: ningún estudio lo avala pero tampoco es perjudicial.
- Otro mito es que los niños tienen fiebre porque les salen los dientes pero en realidad simplemente coincide con una edad que cogen bastantes infecciones.
- En otras ocasiones se resta importancia al origen de la fiebre porque creen que está creciendo. En este caso, la fiebre no es el efecto de que crezcan sino la causa. La fiebre aumenta la hormona del crecimiento.
- Otro clásico es abrigar en exceso a los niños para que no cojan resfriados. La mayor parte de infecciones se producen en invierno, pero es por la preferencia de algunos microbios en las temperaturas frías, no porque el niño coja frío.
- Entre los remedios caseros, encontramos algunos como poner pasta de dientes en una quemadura. Esta práctica puede favorecer la infección de la quemadura. Hay que poner debajo del grifo con agua fría durante un buen rato y, para limpiar utilizar agua y jabón; en caso de duda acudir un centro sanitario para recibir un tratamiento adecuado.
- Otra práctica errónea a evitar es lavar los dientes con bicarbonato y limón, ya que se estropea el esmalte.
Sin embargo, dejando de lado los mitos que algunos abuelos podrían practicar, también hay estudios que demuestran que los niños que crecen manteniendo una estrecha relación con los abuelos son más felices, y también que los abuelos que pasan más tiempo con los niños viven más y tienen menor probabilidad de sufrir deterioro cognitivo.
En conclusión, es necesario favorecer la relación entre abuelos y niños, llegando a acuerdos sobre normas, siempre desde el respeto.
Equipo blog parlem-ne