En los últimos años existe un interés en el retorno a la medicina natural y no química. ¿Pero no es química la fitoterapia también? ¡Por supuesto! Natural o sin tratar en un laboratorio no significa inocuo.
Los principios activos de los productos de origen vegetal pueden ser potentes, con interacciones medicamentosas y efectos secundarios nada despreciables.
A los niños también podemos prepararles infusiones de productos de origen vegetal, para prevenir, ayudar o curar enfermedades. Vamos a utilizar productos poco agresivos y con pocos efectos secundarios.
A continuación le damos algunos consejos sobre qué pueden tomar los niños, ya que no se pueden dar los mismos productos que a los adultos, aunque tengan las dosis ajustadas y ser productos validados o de conocido uso tradicional.
En primer lugar, debemos vigilar la composición de los productos, ya que, por ejemplo, llegamos a encontrarnos que el porcentaje de producto vegetal sea muy bajo y el resto es un azúcar, o jarabes por las infecciones de vías respiratorias con dosis tan bajas que podrían ser placebo, es decir, no tener ningún efecto farmacológico.
Hay productos conocidos desde que éramos pequeños para friegas en el pecho (uso tópico) y calmar la tos, pero no se pueden utilizar antes de los dos años ni en niños con broncoespasmo ya que podrían empeorar.
De hecho, en general los aceites esenciales no se pueden aplicar en áreas perinasales en niños menores de dos años por el riesgo también de laringoespasmo (ahogo).
Según una revisión del año 2018 de la EMA (Agencia Europea del Medicamento) existen productos de origen vegetal que sólo se recomiendan a partir de los 12 años, y son tan conocidos como la valeriana, el romero, o la salvia.
La tila y el tomillo sólo se recomienda en infusión a partir de los 4 años, por la tos. Numerosos lactantes han tenido intoxicaciones graves con episodios convulsivos tras infusiones de anís estrellado, contaminado o no con anís estrellado japonés.
Ahora también encontramos jarabes con productos fitoterápicos para ayudar en procesos de infecciones de vías respiratorias de uso apoyado por la EMA, con hiedra (a partir de los dos años), tomillo o pelargonio (a partir de los seis años).
En los últimos años los chicos, cada vez más jóvenes, toman bebidas energéticas incluso para acompañar las comidas, para hacer deporte…donde se mezclan importantes cantidades de cafeína, ginseng y guaraná, que son contraindicados en los niños.
Otra fuente de efectos adversos en el niño es el aporte que le pueda realizar la madre mediante la lactancia materna. Debemos tener en cuenta que la madre lactante no podrá tomar albahaca, anís estrellado, boldo, cola de caballo, eucalipto, poleo menta ni regaliz.
Equipo blog parlem-ne